Primero lo primero

   Cada día trae consigo su propia adversidad, situaciones y problemas que parecen ser las dueñas de nuestra atención inmediata. Es fácil caer en la trampa y permitir que estas aparentes emergencias tomen prioridad sobre nuestros planes; de allí que debemos definir que es lo que está en primer lugar en nuestra vida personal, familiar y profesional, y asegurarnos que sean estas prioridades las que verdaderamente ocupan la mayoría de nuestro tiempo.

    De otra manera nuestra vida se ira en solo resolver problemas y situaciones contrarias, sacrificando nuestros sueños, metas y objetivos a largo plazo. De que sirve que alguien afirme con vehemencia que es un buen padre y que la relación con sus hijos es perfecta; si realmente sus acciones demuestran otra cosa. Si siempre llega tarde del trabajo y se sienta frente al televisor, ignorando completamente su relación paternal; si no sabe que tal les va en el colegio, o cuales son sus intereses de vida o si están enfrentando algún problema personal. Generalmente de manera inconsciente permitimos que aquello de menos valor tenga prioridad sobre aquello de mayor valor; que en este caso son los hijos.

   El ser mas productivo no es aquel que mas trabaja o corre mas rápido, gana mas dinero o llega mas lejos que los demás. La verdad es que somos mas fructíferos cuando nos aseguramos que nuestras actividades diarias reflejen nuestras prioridades mas importantes, que sean esas las que nos llenan de satisfacción, alegría, seguridad y que ademas nos impulsan a avanzar hacia un objetivo de mayor provecho personal y familiar.

  No dejes que el afán desvié tu dirección, identifica que es lo que realmente merece tu atención; así seras el hacedor de tu propio destino, ese que te llevara a una felicidad continua a una vida llena de esperanza y con propósitos sólidos. Recuerda que no tiene sentido decir que lo haremos lo mejor que podamos. Tienes que lograr hacer lo que es necesario para que así sea.

   Deuteronomio 1:21

                                 ...el SEÑOR tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube, toma posesión de ella, como el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni te acobardes.