Un Amor
¿Alguien sabe que es lo que nos impulsa a seguir de pie en un mundo donde todo es falsedad, desilusión, hipocresía, mentira, engaño y apariencia? yo diría que un amor; si un amor. Un amor por la vida, que es un regalo de Dios, un amor hacia lo que vemos y creemos que es perfecto, aun cuando solo sea por un instante que nos dure eso que acabamos de tomar, alcanzar o comprar.
Es un amor hacia lo porvenir el que nos hace luchar día a día para llegar a ese futuro deseado. Pero, ¿por que podemos amar? ¿de donde viene esa fuerza extraña llamada amor?¿quien es el creador de ella?¿ acaso se puede comprar en alguna tienda? ¿somos capaces de crearla? el amor viene de Dios, porque Dios es amor .
La mejor forma en la que puedo descifrar o describir la importancia del amor es con este texto que se encuentra en la Biblia (palabra de Dios) 1 de corintios 13 que dice: Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada!Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios y conocer sus planes secretos. De nada me sirve que mi confianza en Dios me haga mover montañas. Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás.
Y ahora sigue el hecho de que esa fuerza llamada amor nos impulsa a ser pacientes en todo, amables, no envidiosos ni orgullosos. El egoísmo no forma parte de nuestro ser y menos pasa por nuestra mente el estar recordando lo malo que nos han hecho los demás; y el enojarse o decir groserías no esta dentro de nuestro comportamiento. Nos atrevemos a corregir al que esta haciendo lo malo, en vez de aplaudirlo como hacen muchos para ganar favor del malvado, ¿sabes porque? porque el amor nos hace declarar verdad, ser correctos ante lo indebido. El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.
Que tus Ojos sean abiertos...
Sólo el amor vive para siempre. Hay tres cosas que son permanentes: la confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De estas tres cosas, la más importante es el amor.
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